Call for a United Nations Special Rapporteur on Democracy

on the 75th anniversary of the Universal Declaration of Human Rights on 10 December 2023

Global reports on the state of democracy and human rights indicate that democracy is threatened and authoritarianism is on the rise. Civic space and freedoms are fiercely and increasingly restricted in many countries. In addition, democratic backsliding or a decline in the quality of democracy is occurring in newer as well as long-established democracies across all regions.

In this situation, the United Nations needs to do more to strengthen human rights and democracy. The undersigned organizations and individuals thus call for the creation of a new mandate by the UN’s Human Rights Council: a UN Special Rapporteur on Democracy (UNRoD).

Protecting human rights is a fundamental pillar of the UN and democracy is one of its core values. The opening words of the UN Charter, “We the Peoples,” imply support for democracy. They underscore the central democratic principle that public authority must derive from the will of the people.

A democratic society offers the best conditions for guaranteeing human rights for all, in particular minorities and excluded groups. At the same time, full implementation of human rights is a foundation of a democratic society. The UN needs to recognize the nexus between democracy and human rights and help further strengthen democratic governance. A UN Special Rapporteur on Democracy will serve this purpose.

The new mandate will be based on and guided by principles the UN enshrined in past and present resolutions and instruments, including the 1948 Universal Declaration of Human Rights, the 1966 International Covenant on Civil and Political Rights and the 1993 Vienna Declaration of the World Conference on Human Rights.

The Rapporteur would be mandated to investigate the state of democracy around the world from a broader perspective, going beyond, complementing and linking together analysis and data on specific issues being investigated by existing mandates set up by the Human Rights Council that deal with democratic rights such as freedom of opinion and expression; peaceful assembly and association; independence of judges and lawyers; freedom of religion or belief; minority issues; as well as human rights defenders.

The UNRoD would examine challenges and opportunities related to the realization of democracy. This includes, but is not limited to, constitutional and institutional arrangements such as checks and balances; effectiveness of parliaments; free, fair and competitive elections and election environments; political participation including of minorities and women; direct and deliberative mechanisms; as well as civic space and freedoms.

The Rapporteur, assisted by an independent advisory board, will gather, manage, and assess information, data and evidence as well as conduct and evaluate research. The mandate holder will engage, as appropriate, with Member States, other Rapporteurs, relevant stakeholders, and the public. In particular, the Rapporteur will seek input from citizens and civil society groups, acknowledging the crucial role of civil society in strengthening and protecting democracy. The Rapporteur will share observations on shortcomings but also on best practices and offer recommendations for improvement, thus serving an important oversight function, among other things.

On the 75th anniversary of the Universal Declaration of Human Rights and the 30th anniversary of the Vienna Declaration, we call on all governments that are committed to democracy to support the establishment of this new mandate under the auspices of the Human Rights Council. We call on like-minded organizations, policy-makers and individuals to join our cause and endorse this appeal.

Los informes mundiales sobre el estado de la democracia y los derechos humanos indican que la democracia está amenazada y que el autoritarismo va en aumento. El espacio cívico y las libertades se están recortando de forma implacable y creciente en muchos países. Además, se está produciendo un retroceso democrático o un deterioro de la calidad de la democracia en todas las regiones, tanto en las democracias más recientes como en las más arraigadas.

En este contexto, las Naciones Unidas deben hacer más para reforzar los derechos humanos y la democracia. En consecuencia, las organizaciones y personas abajo firmantes piden la creación de un nuevo mandato por parte del Consejo de Derechos Humanos de la ONU: un Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la Democracia (UNRoD, en inglés “United Nations Special Rapporteur on Democracy”).

La protección de los derechos humanos es un pilar fundamental de la ONU, y la democracia es uno de sus valores esenciales. El preámbulo de la Carta de la ONU, “Nosotros los pueblos”, implica un apoyo a la democracia. Esas palabras subrayan el principio democrático central de que la autoridad pública debe derivar de la voluntad del pueblo.

Una sociedad democrática ofrece las mejores condiciones para garantizar los derechos humanos para todas las personas, en particular para las minorías y los grupos excluidos. Al mismo tiempo, la plena aplicación de los derechos humanos constituye la base de una sociedad democrática. La ONU debe reconocer el vínculo entre democracia y derechos humanos y contribuir a seguir reforzando la gobernanza democrática. Un Relator Especial de la ONU sobre la Democracia servirá a este propósito.

El nuevo mandato se basará y guiará por los principios que la ONU ha consagrado en resoluciones e instrumentos pasados y presentes, como la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966 y la Conferencia Mundial de Derechos Humanos de Viena de 1993.

El mandato del Relator consistiría en investigar el estado de la democracia en el mundo desde una perspectiva más amplia, yendo más allá, complementando y enlazando los análisis y datos sobre cuestiones específicas estudiadas en el marco de los mandatos existentes establecidos por el Consejo de Derechos Humanos que se ocupan de los derechos democráticos, como la libertad de opinión y expresión; la reunión y asociación pacíficas; la independencia de jueces y abogados; la libertad de religión o creencia; las cuestiones relativas a las minorías; y los defensores de los derechos humanos.

El UNRoD examinaría los retos y oportunidades asociados a la consecución de la democracia. Esto incluye, pero no se limita a, acuerdos constitucionales e institucionales como controles y equilibrios (sistema de pesos y contrapesos); parlamentos eficaces; elecciones y entornos electorales libres, justos y competitivos; participación política, incluida la de las minorías y las mujeres; mecanismos directos y deliberativos; espacio y libertades cívicas.

El Relator, asistido por una junta consultiva independiente, recuperará, gestionará y analizará informaciones, datos y pruebas, y llevará a cabo investigaciones. El titular del mandato colaborará, según proceda, con los Estados miembros, otros Relatores especiales, otras partes interesadas y el público. En particular, el Relator recabará las opiniones de la ciudadanía y de los grupos de la sociedad civil, reconociendo el papel crucial de la sociedad civil en el fortalecimiento y la protección de la democracia. El Relator compartirá sus observaciones sobre las deficiencias, así como sobre las mejores prácticas, y propondrá recomendaciones de mejora, cumpliendo así, entre otras cosas, una importante función de supervisión.

En el 75 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos y el 30 aniversario de la Declaración de Viena, llamamos a todos los gobiernos comprometidos con la democracia para que apoyen el establecimiento de este nuevo mandato bajo los auspicios del Consejo de Derechos Humanos. Hacemos un llamado también a organizaciones, responsables políticos y particulares con ideas afines para que se unan a nuestra causa y respalden este llamado.

Les rapports mondiaux sur l’état de la démocratie et des droits humains indiquent que la démocratie est menacée et que l’autoritarisme est en hausse. L’espace civique et les libertés sont de plus en plus restreints avec acharement dans de nombreux pays. En outre, un recul démocratique ou un déclin de la vigueur de la démocratie se produisent dans toutes les régions, aussi bien dans les démocraties les plus récentes que dans les démocraties établies de longue date.

Dans ce contexte, les Nations Unies doivent faire davantage pour renforcer les droits humains et la démocratie. Les organisations et individus soussignés appellent ainsi à la création d’un nouveau mandat par le Conseil des Droits de l’Homme de l’ONU : un Rapporteur Spécial de l’ONU sur la Démocratie (UNRoD, de l’anglais “United Nations special Rapporteur on Democracy”).

La protection des droits humains est un pilier fondamental de l’ONU et la démocratie est l’une de ses valeurs fondamentales. Le début du préambule de la Charte des Nations Unies « Nous, peuples », implique un soutien à la démocratie. Il souligne le principe démocratique central selon lequel l’autorité publique doit découler de la volonté du peuple.

Une société démocratique offre les meilleures conditions pour garantir les droits humains pour tous, en particulier pour les minorités et les groupes exclus. Dans le même temps, la pleine mise en œuvre des droits humains constitue la base d’une société démocratique. L’ONU doit reconnaître le lien entre la démocratie et les droits humains et contribuer à renforcer davantage la gouvernance démocratique. Un Rapporteur Spécial des Nations Unies sur la Démocratie servira cet objectif.

Le nouveau mandat sera basé sur et guidé par les principes que l’ONU a consacrés dans des résolutions et des instruments passés et présents, notamment la Déclaration universelle des droits de l’homme de 1948, le Pacte international relatif aux droits civils et politiques de 1966 et la Conférence mondiale sur les droits de l’homme de 1993 à Vienne.

Le Rapporteur aurait pour mandat d’enquêter sur l’état de la démocratie dans le monde à partir d’une perspective plus large, allant au-delà, complétant et reliant les analyses et les données sur des questions spécifiques étudiées dans le cadre des mandats existants établis par le Conseil des droits de l’homme qui traitent des droits démocratiques, tels que la liberté d’opinion et d’expression ; de réunion et association pacifiques; l’indépendance des juges et des avocats ; la liberté de religion ou de foi ; les questions des minorités ; ainsi que les défenseurs des droits humains.

L’UNRoD examinerait les défis et les opportunités liés à la réalisation de la démocratie. Cela inclut, sans toutefois s’y limiter, les dispositions constitutionnelles et institutionnelles telles que l’équilibre des pouvoirs (check and balances); l’efficacité des parlements ; des élections et des environnements électoraux libres, équitables et compétitifs ; la participation politique, y compris des minorités et des femmes ; les mécanismes directs et délibératifs ; ainsi que l’espace civique et les libertés.

Le Rapporteur, assisté d’un conseil consultatif indépendant, rassemblera, gérera et évaluera les informations, les données et les preuves, mènera et évaluera des recherches. Le titulaire du mandat collaborera, de la manière appropriée, avec les États membres, les autres Rapporteurs, les parties prenantes concernées et le public. Le Rapporteur sollicitera en particulier l’avis des citoyens et des groupes de la société civile, reconnaissant le rôle crucial de la société civile dans le renforcement et la protection de la démocratie. Le Rapporteur partagera ses observations sur les lacunes mais aussi sur les meilleures pratiques et proposera des recommandations d’amélioration, assurant ainsi, entre autres, une fonction de surveillance importante.

À l’occasion du 75e anniversaire de la Déclaration universelle des droits de l’homme et du 30e anniversaire de la Déclaration de Vienne, nous appelons tous les gouvernements engagés sur la démocratie, à soutenir la mise en place de ce nouveau mandat sous les auspices du Conseil des droits de l’homme. Nous appelons les organisations, les décideurs politiques et les individus partageant nos mêmes idées à se joindre à notre cause et à adhérer à cet appel.

First published on 20 November 2023

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